En tiempos de guerra todo agujero es trinchera
En plena guerra es necesario aliviar las tensiones y el estrés. En este caso, esta cautivadora mujer con la cabeza encapuchada tiene preso a un joven soldado del bando contrario. Le ata las manos para someterlo un poco y le acaricia suavemente y le besa haciéndose con él. Luego le toca la polla y se deja sobar las tetitas. Se levanta la camisa de camuflaje para que le coma mejor sus excitados pezoncitos. Luego se tumba ante él y le come la polla, después le masturba mientras él le sigue besando los pechos. Una vez excitados los dos, lo tumba en el suelo para cabalgar sobre su erecta polla mientras él le soba las tetas con sus manos atadas. Después deja que se corra en su preciosa carita.